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Filósofo alemán de tendencia idealista, formado en la Universidad de Jena. Se impregnó de la forma de pensar de Kant, de Fichte y Shelling; pero fue Hegel el que más le imprimió su estilo.
A pesar de su precariedad económica familiar, siguió cursos en Jena, Gotinga y Munich. Y se centró en construir un sistema filosófico propio. De estilo pesado y de ideas poco flexibles, logró con todo un grupo de discípulos fieles en Bélgica y sobre todo en España.
En España fue donde el krausismo se hizo política y pedagogía, que iniciaron un movimiento intelectual laico, erudito, socialmente influyente. Fue el que analizó y buscó las dimensiones prácticas del sistema y del estilo krausista, convertido en sistema pedagógico.
Krausse había denominado su sistema como un racionalismo armónico con dos dimensiones: una analítica, de mayor influencia kantiana, centrada en explorar la posibilidad del conocimiento sintético entre la naturaleza y el espíritu (naturalismo y cierto tinte de espiritualismo), lo humano o lo absoluto o divino en sentido deísta: y una dimensión objetiva o sintética que se centra en los valores humanos de dignidad, libertad, sociabilidad.
Krausse aplicó lo fundamental de esta doble dirección a la Etica, al Derecho y a la Política. Criticó a las Iglesias por su dogmatismo y a los Estados por su pragmatismo. Y reclamó una educación liberal por situarse por encima de las dos realidades de forma que el hombre se sintiera libre de dogmatismo y de legalismos.
Esta perspectiva intelectual fue aplicada a la vida social y pedagógica por sus seguidores en España: Giner de los Ríos con su movimiento de la Institución libre de enseñanza (Azcárate, Cossío, Luzuriaga, Joaquín Costa, entre otros).
Entre las obras de Krausse sobresalen: Fundamentos del Derecho Natural, o compendio filosófico del ideal del Derecho (1803), Bosquejo del sistema de la filosofía (1804) e Ideal de la Humanidad para la Vida (1811).
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